lunes, 16 de julio de 2007

 

Notas sobre el cultivo del azúcar en el Valle de Tenoya (siglos XV y XVI)






EL INGENIO AZUCARERO DE JUAN DE SIBERIO:

Una vez terminada la conquista de Gran Canaria por las huestes castellanas, la isla fue repartida entre los más destacados oficiales que participaron en la contienda, destacando Juan de Siberio, y alguno de sus familiares (María May) (1) que entre otros lugares recibe tierras en el Valle de Tenoya. (2)
En un principio la mayor parte de estas tierras iban acompañadas de su correspondiente agua para el riego y el destino que se pretendía dar a las mismas aparte de los cultivos de subsistencia, era el cultivo sobre todo de la caña de azúcar. (3)
Esta industria necesitaba de una infraestructura inseparable de este cultivo ya que para poder obtener el azúcar de caña es necesario un laborioso proceso realizado en lo que se denomina “ingenio azucarero”
Por supuesto, para Tenoya tenemos que en 1502 se autoriza a Juan de Siberio para que pueda construir...:
“..un ingenio para moler cañas dulces en el Valle de Tenoya, dentro de su heredad, lo puede hacer, y en nombre de sus altezas, le hace gracia y donación del dicho ejido tanto en cuanto por derecho, puede e debe, por virtud de los poderes que tiene, que puede moler con el agua del dicho Valle de Tenoya”. (4)
Para poder establecer un ingenio azucarero de las características de los que se instalaron en Canarias a finales del siglo XV, había que tener en cuenta una serie de condiciones orográficas:
Por un lado, debía estar situado en un lugar cercano a un cauce de agua (acequia principal de un heredamiento, cauce de agua constante o semi constante), y además bien comunicado (en el caso de Tenoya, tenemos el Camino Real a Arucas y Camino Real a Gáldar), no sólo con un puerto o embarcadero (El Portillo, Puerto de Sardina, Las Isletas), sino también con el resto de la isla y con lugares en donde existiera vegetación suficiente para la obtención de leña (quizás el más importante la Montaña de Doramas), ya que ésta es uno de los elementos imprescindible en el proceso de obtención del azúcar, y posteriormente para la fabricación de las cajas del transporte
En 1506, el licenciado Ortiz de Zárate, hace una reformación del heredamiento de Tenoya, en la cual dice textualmente: “...apruebo e confirmo las dichas veinticuatro suertes de tierra con la dicha agua para que se rieguen e aprovechen de ella por su dula de veinte en veinte días con tanto, para a los tiempos que el ingenio del dicho heredamiento e barranco molieres, siendo sobre el dicho ingenio, no puedan regar, dejándole libremente toda el agua con que pueda moler, por la que el dicho ingenio muela de día e de noche con tantos que no pueda doblar en perjuicio de las dichas heredades”. (5)
El 4 de junio de 1.507, Juan Bernal, pregonero, acredita en la Plaza Pública de la Villa del Real, los bienes de Catalina Guerra (mujer de Juan de Siberio), que entre otros son los siguientes:
“... Un ingenio de azúcar con su agua en Tenoya...”.
Y, “Otra suerte de riego dada a Juan de Ciberio, junto al cercado del ingenio...” (6)
En 1.513, Catalina Guerra, reclama cierta cantidad de agua que Lope de Sosa había desviado del barranco de Tenoya hacia Arucas, por que le era necesaria para regar y para el ingenio que ella tenía. (7)
El 18 de abril de 1515 en las constituciones sinodales de Vázquez de Arce, se hace habla del ingenio de Tenoya (8)
El 22 de abril de 1518 se presenta por parte de los propietarios de los ingenios una reclamación ante el Cabildo Eclesiástico por motivos del diezmo azucarero.
Catalina Guerra aparece como propietaria de uno de ellos (9)
En 1532 Jorge Fernández (cañaverero negro), tomaba a cura dos suertes de caña de soca en Tenoya pero teniendo que pagar el diezmo. (10)
En 1534, el ingenio pasa a manos de Bernardino Lezcano, hijo de Catalina Guerra. (11)
En 1574, Matías Delgado (mulato) tenía un jornal de 3500 maravedises al mes (acuerdo con Andrea de Argiroffo), por sus trabajo durante la zafra de ese año en el ingenio de Tenoya. (12)
También Andrés de Medina (mulato), servía en el ingenio de Tenoya por 3’5 doblas al mes, más comida y 250 maravedís para vino. (13)
En 1581, un esclavo de Melchor Proceles vecino de Guía trabajaba en el ingenio de Tenoya de Miguel de Moxica. “... su servicio consiste en ir con tres caballos de albarda a la Montaña de Doramas, y desde allí acarrear leña al ingenio, además de transportar toda la leña y planta que le mandare: Por su trabajo y por el de los caballos recibirá su dueño dos reales viejos, -ochenta y cuatro maravedises – por cada caballo, más comida, tanto para el esclavo como para los animales...” (14)
En 1.641, el Maestre de Campo don Juan Alçola y Vergaza, regidor de la isla te Tenerife, en nombre de su esposa doña María de Muxica, vende a Honorato Estacio, una suerte de tierras plantada de caña de azúcar, en el lugar de Tenoya, detrás de las casas de purgar (venían a ser unos almacenes en donde se guardaba el azúcar) del ingenio de dicho lugar. (15)
En 1652 se sigue hablando de las casas de purgar en la Hoya de doña María. Por lo que deducimos que en la Hoya de doña María debían estar algunas de las edificaciones necesarias para el funcionamiento de un ingenio. Es muy probable que en esa zona estuvieran la mayor parte de las instalaciones del mismo. (16)
Haciendo un pequeño resumen de lo hasta ahora tenemos, vemos que:
Juan de Siberio construyó un ingenio azucarero en sus tierras dentro de lo que se denominaba el Valle de Tenoya bien comunicado, con una corriente de agua cercana, y que a mediados del siglo XVII posiblemente estuviese cerca de la Hoya de Doña María, y es por eso que nos preguntamos:

¿Con la toponimia actual y los vestigios que puedan quedar es posible acercarnos a la ubicación original del ingenio?
Es difícil llegar a localizar el sitio exacto en donde se construyó el ingenio, pero creo que podemos tener una aproximación.
Para ello, voy a apoyarme en dos documentos. El primero es una solicitud de tierras que en 1.534 hace Bernardino Lezcano, que dice textualmente: “... me hagan merced de las tierras que van desde la iglesia que hizo Fernando de Bachicao para abajo todo el lomo abajo hasta andar a mis tierras de la parte del barranquillo...” (17)
Con esta descripción, tenemos unas tierras que estaban más bien en los alrededores de un barranquillo cercano a la iglesia que hizo Fernando de Bachicao.
Por otro lado tenemos en un documento del 13 de junio de 1676 una serie de referencias con las que quizás daremos un poco más de claridad al lugar de la ubicación del primitivo ingenio.
En él se nos relata una visita que se hace a la zona de Tenoya por un problema de propiedad de aguas surgido con los vecinos de Teror.
El documento dice lo siguiente:
“...vio y reconoció que al desembocar por la ermita que llaman de Bachicao cuesta abajo, se reconocieron dos caminos, uno que va a Arucas, a dar a las acequias y barranco de Tenoya que sale a mano izquierda y el otro que va a la mano derecha va al dicho lugar de Tenoya y pasa por encima de las casas y ermita de San Pedro a las villas de Guía y Gáldar y en principio y de dicho camino de Arucas, va un barranquillo que no lleva agua sino cuando llueve que llaman de la ermita de Bachicao y por entre dicho Tenoya pasa la acequia principal de dicho heredamiento que baja de hacia la parte de Teror y atraviesa todo el lugar y el dicho barranco seco por la parte alta que va a dar al Almatriche y pasa a la Hoya de doña María que va a dar al Almatriche...”(18) Si analizamos los elementos que se detallan en el texto situándonos justo encima del actual túnel, tenemos que:
Habían dos caminos, uno a la izquierda hacia Arucas denominado Camino Real a Arucas, que subía por el Salvial de Tenoya, pasaba por las Cuatro Esquinas llegando al puente de Tenoya y que a través de San Francisco Javier iba a Arucas, y el otro que a la derecha bajando por la Almatriche a través del casco antiguo de Tenoya, “...por encima de las casas y ermita de Tenoya...”, llegaba al barranco de Tenoya, subía al Portichuelo, llegando a Cardones, Cruz de Pineda, Bañaderos, etc.
Por otro lado se nos dice que: “ ...Si bajamos llegamos al barranquillo que no lleva agua sino cuando llueve y que llaman de la ermita de Bachicao...” (actualmente el conocido como barranquillo de Tenoya).
También se nos describe la visión de una acequia, la “principal del heredamiento de Tenoya” que viene de Teror y atraviesa el lugar de Tenoya y que va a dar a la Almatriche y pasa a la Hoya de doña María.
Si actualmente miramos esa zona, comprobamos que la Hoya de doña María, encaja tanto por su ubicación como por el nombre con la actual finca por todos conocida como Finca de la Hoya (Tenoya).
Por lo que si tomamos todos estos datos objetivamente y teniendo en cuenta que la orografía tenoyera no ha cambiado en los últimos años, vemos como nos vamos ubicando en un lugar en el que si nos fijamos detenidamente, parece que tengamos todos los elementos necesarios que necesitábamos para localizar una zona en la estaría una instalación de esta primera industria insular:
Lugar bien comunicado (Caminos reales desde El Real de Las Palmas hacia Arucas, Firgas, Guía, Gáldar...) tanto para traer leña para el ingenio como para llevar el azúcar a un puerto.
También tenemos un importante cauce de agua, que en este caso es la acequia principal del heredamiento de Tenoya.
Esta iba por la parte alta del actual barranquillo y atravesaba el núcleo poblacional de Tenoya que en el siglo XVII sólo lo formaban la ermita y unas casas a su alrededor.(Según la descripción que tenemos más arriba)
Existe una acequia denominada aún como “acequia vieja”, (19) en el casco antiguo de Tenoya, y que desde el barranquillo atraviesa la zona conocida como Asestadero.
Es muy probable que desde ella salíera un ramal que moviera el ingenio que estaba situado cerca de las casas de purgar, que como vimos antes estaban situadas en la zona de la Hoya de doña María.

Por todo ello, desde nuestro punto de vista, debido no sólo a los datos documentales que aportamos sino a los topónimos que se conservan, creemos que la posible ubicación del ingenio estaría en la zona entre Almatriche de Tenoya y la actual Finca de Curbelo.
Para finalizar, voy a aportar una prueba que a lo mejor es la que corroba esta teoría y no es más que la foto de la estructura de un cubo que aparece al comienzo del artículo, que actualmente sin sin uso aparente hubiera podido hacer que un ingenio azucarero pudiera funcionar.

En las consultas realizadas, no tenemos constancia documental de la existencia de ningún molino de gofio o harinero en esa zona (20)
Aquí podemos ver el cubo muy parecido al de un molino harinero existente actualmente y sin utilidad aparente en esa zona. Dicho cubo es alimentado por un ramal de la conocida como “acequia vieja”.


Para cualquier duda sobre la bibliografía consultada contactar con lalezga@gmail.com

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